¿Qué es el concepto de edadismo?
Pues hace referencia a los estereotipos y prejuicios hacia las personas por motivos de edad, según la definición de la Organización Mundial de la Salud. Se trata de un tipo de discriminación muy discreta y a menudo puede pasar desapercibida. Aun así, está presente en todas las etapas vitales y a todos/se nos afectará en algún momento de la vida. En cada etapa vital, la sociedad tiene una visión diferente y una manera de entender aquello que se espera de nosotros muy concreta según la edad que tenemos.
Por ejemplo, cuando somos niños, la visión de la sociedad es de que todavía no podemos tomar decisiones por nosotros mismos; cuando somos jóvenes, se considera que todavía no podemos posicionarnos uno opinar con propiedad. Cuántas veces hemos sentido decir aquello de “cuando serás grande lo entenderás”? En la edad adulta, por ejemplo, la edatisme se manifiesta dificultando el acceso en el mundo laboral a personas mayores de cierta edad. Pero, y cuando somos grandes? Cuando llegamos a la vejez, qué visión tiene la sociedad de nosotros?
El edadismo, cuando hablamos de gente mayor, consiste al asociar este colectivo a una serie de características, que desgraciadamente suelen ser negativas: deterioro, enfermedades, pérdida de memoria, aislamiento social, soledad, inactividad... así como carencia de autonomía y de poder decisorio sobre la propia vida, entre otros. Se da por hecho que en gente mayor todo esto es normal, a pesar de no se corresponda siempre a la realidad. Estos estereotipos sobre la edad comportan actitudes edadistas como por ejemplo paternalismo, infantilización de la vejez y otras maneras de tratar la gente mayor que pueden llegar incluso a limitar su libertad.
Atendida la gravedad de este tipo de discriminación, en los últimos años se han llevado a cabo varios estudios en relación a este fenómeno. El más reciente es el Informe mundial sobre edadismo elaborado por la Organización Mundial de la Salud y Naciones Unidas, publicado a marzo de 2021.
Las conclusiones más relevantes de esta investigación concluyen que una de cada dos personas al mundo tiene actitudes edadistas, cosa que empobrece la salud física y mental de la gente mayor, además de reducir su calidad de vida. También determinan que los efectos del edadismo sobre la gente mayor su muy perjudiciales y pueden llegar incluso a acortar su esperanza de vida, aumentar su aislamiento social y su soledad y puede aumentar el riesgo de violencia y abuso contra la gente mayor.
Para combatir el edadismo, el estudio sugiere la aplicación de políticas públicas orientadas a eliminar la discriminación por edad, adoptar intervenciones educativas basadas en la diversidad y el respecto a los derechos humanos de todas las personas y favorecer el contacto intergeneracional en nuestra sociedad. Combatir el edadismo acontece indispensable para que todo el mundo pueda prosperar y evolucionar en cualquier edad.
Tomar conciencia de los derechos humanos y dignidad de todas las personas independientemente de su edad y situación es indispensable para evitar conductas discriminatorias, así como cambiar la mirada que se tiene de la vejez y entenderla como una etapa más de la vida la cual se tiene que poder disfrutar en libertad, autonomía, plenitud y dignidad.
Desde el centro para la autonomía personal de ASPID, y en el servicios de apoyo a domicilio y en el entorno, trabajamos para detectar, educar y transformar la mirada que tenemos que proporcionar y potenciar en las personas a quienes prestamos apoyo, empoderando y facilitando su proyecto de vital.
Patrícia Buedo Bonet
Trabajadora Social nº colegiada 8557
Coordinadora de los Servicios de Atención a domicilio y relación en el entorno de la entidad ASPID