Gestionado por ASPID, el piso está cedido por la Agencia Catalana de Vivienda, amueblado y equipado por la Fundació la Caixa y financiado por la Generalitat de Catalunya.
ASPID ha presentado esta mañana la vivienda para personas con discapacidad física o neurológica situada en el barrio de la bordeta de Lleida y proyectada para que hasta 4 usuarios puedan vivir cómodamente y de forma totalmente funcional, con la colaboración de los servicios de soporte de ASPID. Se trata de un espacio diseñado para satisfacer las necesidades específicas de las personas que enfrentan limitaciones funcionales. Actualmente la vivienda está ocupada por dos personas con la previsión de que este año se incorporen 2 personas más. La vivienda ofrece un espacio adaptado al perfil de la persona atendida, lo que facilita su comodidad y usabilidad.
Bibiana Bendicho, presidenta de ASPID, ha explicado que este proyecto pionero va en la línea de las nuevas estrategias de deseinstitucionalización y trabajo en domicilio para que el usuario esté en su entorno habitual, y que “el objetivo es que el proyecto no quede en una convocatoria puntual, sino que se vaya normalizando y se incorpore a la cartera de servicios de Servicios Sociales, concertado y financiado por éste
departamento”. Bendicho ha añadido que existe demanda de viviendas de este tipo por parte de personas con discapacidad, “a pesar de las reticencias por parte de algunas familias, que tienden a ejercer una
sobreprotección sobre estas personas”.
La directora del proyecto, Laia Ribas, ha explicado que la vivienda facilita a personas con discapacidad, pero con un alto grado de independencia para afrontar el día a día, soportes personalizados (personales y técnicos) intermitentes, es decir, sólo cuando son necesarios en distintas horas del di. Estos soportes están centrados en el proyecto de vida, y promueven la inclusión en la comunidad, la autonomía y la calidad de vida. Este entorno busca crear un ambiente seguro, inclusivo y colaborativo, en el que se fomente la independencia y bienestar de las personas atendidas y residentes. Los usuarios pueden tomar sus propias decisiones "en un ambiente asambleario". "Hablamos de un proyecto pionero en la ciudad de Lleida y transversal, con participación de ASPID, la Generalitat y la Caixa, destinado a que personas vulnerables puedan vivir como quieren y decidir su día a día", ha aseverado Eugenia Puig- gros, directora del Servicio Territorial de Derechos Sociales en Lleida.
David Freixa, jefe del Servicio Territorial Vivienda en Lleida, ha dicho que el proyecto responde a la filosofía de la Generalitat de ir más allá del hecho de aportar viviendas de protección oficial a las personas que lo necesitan y cederlas al tercer sector para crear una red de viviendas de inclusión social.
Por su parte, Victor Martinez, representante de la Fundación la Caixa, entidad que colabora regularmente con ASPID, ha afirmado que la financiación económica por parte de su entidad "es una manera de devolver a la sociedad parte de nuestros beneficios" ·.
En cuanto a los usuarios, Albert Bresco, que lleva unos 14 meses en el piso, ha dicho que la vivienda le ha aportado una gran autonomía, y que ahora desarrolla tareas –comprar, cocinar, lavar la ropa- que antes no hacía en el hogar familiar.
Xavier Canelles, que viene al piso una vez a la semana desde hace 4 meses, explica que la vivienda es perfecta para desarrollar aficiones como escuchar música o leer en un entorno relajado y cómodo. Es adelante, si la evolución es buena, incrementará los días de estancia en la vivienda.
Esta iniciativa responde a la necesidad social de viviendas con servicios de apoyo para personas con discapacidad física, que pasa por la creación de entornos inclusivos que permitan a estas personas llevar una vida plena y participar activamente en la sociedad. En este sentido, las tierras de Lleida no disponían hasta ahora de ninguna vivienda en comunidad destinada a personas con discapacidad física o neurológica.
Hay que considerar que las personas con discapacidad física motor u orgánica y múltiple física-intelectual representan el 52% del total de personas reconocidas con discapacidad en la demarcación de Lleida. Además, el 81,3% de la población española considera que debe potenciarse que las personas con necesidades de apoyo vivan en la comunidad con los apoyos que sean necesarios. Este proyecto comparte y está alineado con los objetivos y hoja de la ruta de la Generalidad de Cataluña en los ámbitos de la discapacidad, cuidados, comunidad y desinstitucionalización.
El proyecto se puso en marcha en 2022 con la firma la cesión por parte de la Agencia Catalana de Vivienda de la que ha sido la primera vivienda en la demarcación de Lleida para personas con discapacidad física o neurológica. Ese mismo se estableció un acuerdo de colaboración con la Fundació la Caixa para amueblar y equipar la vivienda. En febrero de 2023 entraron las dos primeras personas a vivir en la vivienda, y se recibe una primera financiación de la Generalitat de Catalunya.
En 2024 se ha iniciado un proyecto piloto con una nueva propuesta de actuación con financiación de la Generalidad de Cataluña, a través del Departamento de Derechos Sociales.
Las 4 plazas de la vivienda están destinadas a personas con una situación de discapacidad física y/o neurológica con una necesidad de apoyo intermitente o limitado para las actividades de la vida diaria. Es decir, el perfil del residente es una persona con discapacidad sin necesidad continuada de apoyo de una tercera persona, que pueden tener afectación cognitiva a raíz de traumatismos cráneo-encefálicos u otras patologías. Se trata de personas que requieren de apoyo ocasionalmente o en situaciones específicas para las actividades de la vida diaria, no un apoyo constante o intensivo durante todo el día o noche.
La metodología de intervención se fundamenta en un enfoque participativo centrado en la persona y su familia. Empieza con una evaluación exhaustiva de las necesidades individuales, considerando capacidades y limitaciones, relaciones familiares, etc., a partir de las cuales se diseñan planes de soporte adaptados, que incluyen modificaciones físicas en el entorno, acompañamiento personalizado y acceso a tecnologías y productos de soporte.
Se promueve entre los usuarios una capacitación continua, desarrollando habilidades y competencias para la autonomía. La inclusión social se fomenta mediante actividades comunitarias y se establecen redes de soporte. La metodología destaca la importancia de la participación activa de los beneficiarios en la toma de decisiones, garantizando su voz y elecciones en el proceso. La monitorización constante evalúa la efectividad de las intervenciones y permite ajustes según necesidades cambiantes. Este enfoque integral busca no sólo abordar las limitaciones físicas, sino también fortalecer la independencia, inclusión social y bienestar integral de las personas con discapacidad en su vida cotidiana.
El equipo de intervención y acompañamiento está formado por profesionales de las disciplinas de trabajo social, terapia ocupacional, psicología, integración social, auxiliar sociosanitaria y voluntarios.
Bibiana Bendicho, presidenta de ASPID, ha explicado que este proyecto pionero va en la línea de las nuevas estrategias de deseinstitucionalización y trabajo en domicilio para que el usuario esté en su entorno habitual, y que “el objetivo es que el proyecto no quede en una convocatoria puntual, sino que se vaya normalizando y se incorpore a la cartera de servicios de Servicios Sociales, concertado y financiado por éste
departamento”. Bendicho ha añadido que existe demanda de viviendas de este tipo por parte de personas con discapacidad, “a pesar de las reticencias por parte de algunas familias, que tienden a ejercer una
sobreprotección sobre estas personas”.
La directora del proyecto, Laia Ribas, ha explicado que la vivienda facilita a personas con discapacidad, pero con un alto grado de independencia para afrontar el día a día, soportes personalizados (personales y técnicos) intermitentes, es decir, sólo cuando son necesarios en distintas horas del di. Estos soportes están centrados en el proyecto de vida, y promueven la inclusión en la comunidad, la autonomía y la calidad de vida. Este entorno busca crear un ambiente seguro, inclusivo y colaborativo, en el que se fomente la independencia y bienestar de las personas atendidas y residentes. Los usuarios pueden tomar sus propias decisiones "en un ambiente asambleario". "Hablamos de un proyecto pionero en la ciudad de Lleida y transversal, con participación de ASPID, la Generalitat y la Caixa, destinado a que personas vulnerables puedan vivir como quieren y decidir su día a día", ha aseverado Eugenia Puig- gros, directora del Servicio Territorial de Derechos Sociales en Lleida.
David Freixa, jefe del Servicio Territorial Vivienda en Lleida, ha dicho que el proyecto responde a la filosofía de la Generalitat de ir más allá del hecho de aportar viviendas de protección oficial a las personas que lo necesitan y cederlas al tercer sector para crear una red de viviendas de inclusión social.
Por su parte, Victor Martinez, representante de la Fundación la Caixa, entidad que colabora regularmente con ASPID, ha afirmado que la financiación económica por parte de su entidad "es una manera de devolver a la sociedad parte de nuestros beneficios" ·.
En cuanto a los usuarios, Albert Bresco, que lleva unos 14 meses en el piso, ha dicho que la vivienda le ha aportado una gran autonomía, y que ahora desarrolla tareas –comprar, cocinar, lavar la ropa- que antes no hacía en el hogar familiar.
Xavier Canelles, que viene al piso una vez a la semana desde hace 4 meses, explica que la vivienda es perfecta para desarrollar aficiones como escuchar música o leer en un entorno relajado y cómodo. Es adelante, si la evolución es buena, incrementará los días de estancia en la vivienda.
Esta iniciativa responde a la necesidad social de viviendas con servicios de apoyo para personas con discapacidad física, que pasa por la creación de entornos inclusivos que permitan a estas personas llevar una vida plena y participar activamente en la sociedad. En este sentido, las tierras de Lleida no disponían hasta ahora de ninguna vivienda en comunidad destinada a personas con discapacidad física o neurológica.
Hay que considerar que las personas con discapacidad física motor u orgánica y múltiple física-intelectual representan el 52% del total de personas reconocidas con discapacidad en la demarcación de Lleida. Además, el 81,3% de la población española considera que debe potenciarse que las personas con necesidades de apoyo vivan en la comunidad con los apoyos que sean necesarios. Este proyecto comparte y está alineado con los objetivos y hoja de la ruta de la Generalidad de Cataluña en los ámbitos de la discapacidad, cuidados, comunidad y desinstitucionalización.
El proyecto se puso en marcha en 2022 con la firma la cesión por parte de la Agencia Catalana de Vivienda de la que ha sido la primera vivienda en la demarcación de Lleida para personas con discapacidad física o neurológica. Ese mismo se estableció un acuerdo de colaboración con la Fundació la Caixa para amueblar y equipar la vivienda. En febrero de 2023 entraron las dos primeras personas a vivir en la vivienda, y se recibe una primera financiación de la Generalitat de Catalunya.
En 2024 se ha iniciado un proyecto piloto con una nueva propuesta de actuación con financiación de la Generalidad de Cataluña, a través del Departamento de Derechos Sociales.
Las 4 plazas de la vivienda están destinadas a personas con una situación de discapacidad física y/o neurológica con una necesidad de apoyo intermitente o limitado para las actividades de la vida diaria. Es decir, el perfil del residente es una persona con discapacidad sin necesidad continuada de apoyo de una tercera persona, que pueden tener afectación cognitiva a raíz de traumatismos cráneo-encefálicos u otras patologías. Se trata de personas que requieren de apoyo ocasionalmente o en situaciones específicas para las actividades de la vida diaria, no un apoyo constante o intensivo durante todo el día o noche.
La metodología de intervención se fundamenta en un enfoque participativo centrado en la persona y su familia. Empieza con una evaluación exhaustiva de las necesidades individuales, considerando capacidades y limitaciones, relaciones familiares, etc., a partir de las cuales se diseñan planes de soporte adaptados, que incluyen modificaciones físicas en el entorno, acompañamiento personalizado y acceso a tecnologías y productos de soporte.
Se promueve entre los usuarios una capacitación continua, desarrollando habilidades y competencias para la autonomía. La inclusión social se fomenta mediante actividades comunitarias y se establecen redes de soporte. La metodología destaca la importancia de la participación activa de los beneficiarios en la toma de decisiones, garantizando su voz y elecciones en el proceso. La monitorización constante evalúa la efectividad de las intervenciones y permite ajustes según necesidades cambiantes. Este enfoque integral busca no sólo abordar las limitaciones físicas, sino también fortalecer la independencia, inclusión social y bienestar integral de las personas con discapacidad en su vida cotidiana.
El equipo de intervención y acompañamiento está formado por profesionales de las disciplinas de trabajo social, terapia ocupacional, psicología, integración social, auxiliar sociosanitaria y voluntarios.