Las personas mayores han vivido diversas experiencias y han enfrentado muchos desafíos a lo largo de su trayectoria vital, por lo que conocer sus historias de vida puede ser muy enriquecedor.
A menudo, al conversar con personas mayores, podemos aprender sobre la historia y la cultura de nuestra sociedad y los cambios que han ocurrido a lo largo de los años. Pero las historias de vida de las personas mayores van más allá de la mera transmisión de conocimientos; también pueden ser una oportunidad para conectar con otras personas y crear vínculos más profundos.
En los Servicios de Atención Domiciliaria (SAD) de ASPID, somos conscientes del valor que esto aporta y consideramos de especial importancia conocer las historias de vida de las personas a las que acompañamos. Esto nos permite entenderlas mejor y proporcionar una atención más personalizada y adecuada a través de nuestro servicio.
Las historias de vida pueden ser una parte valiosa y enriquecedora de un Servicio de Atención Domiciliaria. Los beneficiarios de nuestro SAD, frecuentemente personas con discapacidad y/o dependencia, tienen historias y experiencias vitales para compartir, y escuchar y aprender de estas historias puede ser beneficioso tanto para ellos como para los cuidadores y otros miembros del equipo de atención domiciliaria.
Además, en el SAD de ASPID contamos con la figura del gestor de casos, quien se encarga de coordinar y supervisar el cuidado y tratamiento de las personas. Trabaja en colaboración con agentes sociales y sanitarios para asegurar que aquellos que necesitan apoyo domiciliario reciban una atención adecuada y continua. Es a través del gestor de casos que se trabajan las historias de vida de las personas a quienes brindamos acompañamiento y soporte social y sanitario en sus hogares.
Para el gestor de casos, escuchar y aprender de las historias de vida de la persona bajo su cuidado puede ser muy valioso, ya que ayuda a comprender mejor a la persona y sus necesidades, y proporcionar una atención más personalizada y adaptada a estas.
Incorporar historias de vida en el servicio de atención domiciliaria puede tener diversos beneficios:
•Fomentar la conexión y el vínculo entre las personas implicadas
•Proporcionar una fuente de entretenimiento y distracción
•Ofrecer una oportunidad para reflexionar
•Reducir el sentimiento de soledad no deseada
•Mejorar la memoria
•Mejorar la comunicación y empatía
•Ayudar a las personas a sentirse más valoradas y reconocidas.
Es importante tener en cuenta que cada persona es diferente y que no todas estarán dispuestas o serán capaces de compartir sus historias de vida. Respetar los límites y preferencias de cada persona y ser sensibles a sus necesidades y deseos es fundamental.
Finalmente, conocer las historias de vida de las personas a las que acompañamos desde el SAD nos permite personalizar el servicio y orientar la atención a las necesidades individuales de cada persona, mejorando así su calidad de vida y favoreciendo la eficiencia y rendimiento del soporte domiciliario.
Patricia Buedo Bonet
Coordinadora del Servicio de Atención Domiciliaria de ASPID
Trabajadora Social Núm. Col. 8557